Alvaro Uribe ha convertido a Colombia en el Caballo de Troya de las políticas colonialistas del imperialismo norteamericano, bajo el absurdo pretexto de luchar contra el narcotráfico y el terrorismo, cuando todos sabemos que todo ese drama forma parte de la plataforma militar del imperio para consolidar el dominio por la vía de las armas de las enormes riquezas tanto minerales como naturales que se guardan en el corazón de los territorios de america del sur.
La aceleración del proceso de decadencia del imperio ante la crisis financiera internacional y el fracaso de las políticas guerreristas con las invaciones a paises pobres en escenarios internacionales diversos, hace del imperio un peligroso enemigo que encuentra en sur america un escenario propicio para crear un nuevo conflicto que genere las condiciones mas efectivas para comenzar una nueva estrategia guerrerista en el sub-continente.
Uribe le ha servido en bandeja de plata el territorio colombiano a los Estados Unidos para iniciar una silenciosa invación que le permita repontenciar las condiciones que le favorezcan en esa nueva estrategia comenzar el dominio de las grandes riquezas petroleras y de biodiversidad de la america del sur que a su vez y por decisión de sus pueblos ha decidido liberarse de la dependencia colonial de los aliados incondicionales del presidente colombiano.
Don Alvaro, clasificado por la CIA como el número 72 entre los mas famosos comprometidos narcos de otros tiempos, ha pasado a ser el niño mimado de los gringos para hacer de Colombia la base militar mas amenazante para la soberanía latinoamericana especialmente lo que tiene que ver con los países que han decidido lilberarse de la tutela de las políticas estadounidense al frente del cual se encuentran Ecuador, Bolivia y Venezuela como factores fundamentales de la transformación política, económica y social del modelo de país que en ellos se construye.
Colombia sigue siendo el paraíso de la droga y la antesala del paramilitarismo como una alternativa que usa el gobierno colombiano como excusa para salir de sus enemigos creando una nueva forma de terrorismo de estado que reduce a su minima expresión los hechos de protestas contra los magnicidios que se suceden sistematicamente en todos los sectores sociales y laborales del país.
La invasión a territorio ecuatoriano para acabar con el comandante guerrillero Raúl Reyes, es la mas clara demostración de tener una disposición guerrerista que acabe con la integración de los paises latinoamericanos y disperse los esfuerzos por hacer de america latina un santuario de pueblos soberanos libres de cualquier tutelaje coloníal.
La actitud de nuestro personaje en la UNASUR deja constancia de querer parecerse en arrogancia a la conducta imperialista de los gringos queriendo ver a sus vecinos como países de segunda categoría que tienen que arrodillarse ante el poder del mas fuerte.
Los trabajadores del Metro de Caracas, vemos con suma preocupación, la actitud anti-venezolana de los grandes medios y de los dirigentes políticos de la oposición, cuando se colocan del lado de los intereses uribistas asumiendo una póstura de miserable condición ANTI-VENEZOLANA.
El Frente de Trabajadores y Trabajadoras del Metro de Caracas, alerta sobre la necesidad de no bajar la guardia ante las agresiones que el gobierno de Uribe ha procurado contra el Presidente y el pueblo venezolano en procura de congraciarse con sus tutores los imperialistas norteamericanos.
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